Santa María della Scala es un pequeño pueblo de pescadores en la isla de Sicilia, Italia.
Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial muchos de sus habitantes tomaron la difícil decisión de abandonar el suelo natal y emigrar hacia otras tierras, con la enorme ilusión de encontrar un futuro mejor; lejos de la destrucción y pobreza en que los sumió el conflicto bélico.
Gioacchino Pennisi fue uno de esos tantos inmigrantes que arribaron al puerto de Mar del Plata, buscando nuevos proyectos de vida, así como también la posibilidad de renacer en otra patria. Llegó a la Argentina el 1º de abril de 1948 y a partir del año 1952 estableció un modesto saladero de anchoas, al que años más tarde incorporó la elaboración de conservas de pescado.
Con su enfoque visionario, un vasto conocimiento de la actividad, sus cualidades de liderazgo y su pasión por los desafíos Gioacchino Pennisi y su mujer, Yolanda Greco, supieron transmitir a sus cinco hijos un profundo respeto por el trabajo y los integró desde muy temprana edad a las labores de la fábrica, legando en ellos la conducción de la empresa.
Actualmente, unidos a la experiencia y reconocida calidad obtenidos en estos más de 60 años de vida empresarial, Conservas Pennisi ha logrado innovar sus productos y procesos sumando modernos equipamientos, sistemas de envasado, cámaras frigoríficas y programas de calidad, en un conjunto de amplias instalaciones que permiten satisfacer los requerimientos del mercado interno y externo.
CONSERVAS PENNISI
ORIGEN Y ACTUALIDAD
La Empresa nació en 1952 en pleno corazón del puerto de Mar del Plata como fruto del esfuerzo de toda una familia elaborando un producto típico del mar argentino: anchoas en salazón. El primer año se procesaron 26.000 kilos y de allí en más el crecimiento ha sido sostenido. Sin prisa, pero sin pausa.
En el transcurso de 1972 se incorporó la producción de conservas de pescado en las pequeñas instalaciones con que contaba la fábrica; infraestructura que hoy conforma una planta de unos 11.000 m² integrada por equipamiento de tecnología avanzada, personal jerarquizado y oficinas de moderna estructura.
A partir de allí se erigió una Empresa que, con firmeza y vocación de trabajo, progresó de manera ininterrumpida hasta posicionarse entre las principales productoras y exportadoras del sector.
En 1987 se adquirió un segundo inmueble destinado al procesamiento de anchoas exclusivamente.
Durante la década del ’90, y ante la realidad de una economía abierta a la importación, Conservas Pennisi continuó su desarrollo ampliando las instalaciones, mejorando su sistema de producción y profesionalizando su política comercial, siendo una de las pocas que pudo adaptarse a las siempre cambiantes reglas de juego del mercado.
Actualmente se elaboran unas 100.000 latas de conservas por día; productos que cumplen con las exigencias de organismos nacionales como el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria -SENASA-, de la Unión Europea y del U.S. Food and Drug Administration (agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos). Ocurre del mismo modo con el cumplimiento de los requisitos para la mercadería destinada a colectividades religiosas o etnias singulares como los rotulados “alimentos Kosher”.
En los dos establecimientos industriales más de 300 personas capacitadas por la Empresa y con vasta experiencia dentro de la misma, hacen que el sueño de su fundador continúe vigente.
Las materias primas son obtenidas en su mayoría por las embarcaciones que operan en el puerto de la ciudad, garantizando su excelente frescura y un abastecimiento acorde a la demanda de la firma.
Hoy en día, se logró amalgamar la tradición y artesanía que marcaron los orígenes de la Empresa con la tecnología de última generación y un personal calificado que trabaja para alcanzar el principal objetivo: abastecer de alimentos frescos, sabrosos, sanos, seguros, éticos, estéticos, al alcance de todos y bajo rigurosos sistemas de calidad para la satisfacción de las demandas nutricionales así como también de las más altas exigencias de los clientes.
En la Argentina, los productos de Conservas Pennisi se comercializan en todo el territorio y, gracias a su prestigio, son las elegidas por su calidad excepcional y su relación calidad/precio.
CONSERVAS PENNISI
COMPROMISO SOCIAL
Con el firme propósito de contribuir al desarrollo humano sostenible - a través del compromiso y la confianza de la empresa hacia sus empleados, familias y la comunidad local - en pos de mejorar el capital social y la calidad de vida, Conservas Pennisi ha implementado acciones desde las áreas de Producción y Recursos Humanos logrando con éxito capacitar y entrenar a todo su personal, así como también la incorporación de desocupados e integrantes de planes sociales.
En este último hecho fue pionera en Argentina, modelo que luego fue adoptado por el Ministerio de Trabajo de la Nación para capacitar a miles de personas que se encontraban en condiciones de carencia o precariedad laboral a lo largo y ancho del país.
En épocas en que Argentina contaba con los índices de desocupación más altos del mundo - y el más importante de su historia - la empresa y el Ministerio de Trabajo, en forma conjunta, generaron un proyecto de capacitación durante dos años que permitió el acceso a una capacitación profesional a más de trescientas personas. Entre ellas, más del 50% de las personas que completaron el programa fueron incorporadas a la planta permanente de la Empresa, tras obtener su diploma de “Manipulador de alimentos” .
Tras este trabajo la Fundación ArgenINTA, Unión del Comercio, la Industria y la Producción de Mar del Plata (UCIP), entre otros organismos han brindado su reconocimiento a la empresa por su labor.
Somos conscientes de haber aplicado con criterio el antiguo proverbio chino: "Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida". De esa manera, en lugar de paliar el hambre de un día con una dádiva a quien está necesitado, se le proporciona una herramienta de tal valor que su justa utilización le permitirá abatirlo durante toda la vida.
Tal como lo manifiestan las normas y estándares mundiales sobre la Responsabilidad Social Empresarial, Conservas Pennisi busca la excelencia no sólo de sus productos sino que enaltece la capacitación y el desarrollo de sus Recursos Humanos, fomenta el buen clima laboral, la correcta implantación de medidas de salubridad y de seguridad en el trabajo, se compromete con la comunidad y el medio ambiente.
CONSERVAS PENNISI
APORTE CULTURAL
El espíritu emprendedor de Conservas Pennisi busca integrar a la comunidad en su conjunto con acciones tendientes a lograr la excelencia y generar espacios de desarrollo cultural.
Esta empresa pujante y consolidada en el mercado, desde sus comienzos ha impulsado la difusión de la actividad pesquera y sus orígenes, el respeto por el trabajo y la responsabilidad con la sociedad y el ambiente.
Con ese claro objetivo se han plasmado muchos de los anhelos en acciones concretas.
La pesca, la industria y otras historias.
El hecho de haber nacido en el puerto de Mar del Plata -donde pescadores y trabajadores del sector eran italianos o hijos de italianos- motivó a uno de los integrantes de la Empresa, Roberto Carlos Pennisi, a realizar una obra que narra este fenómeno social de increíble riqueza que fue la inmigración italiana en el puerto de la ciudad.
El resultado de esa idea quedó plasmado en el año 2006 en un libro que se presentó por primera vez en Italia (Embajada Argentina en Roma, en los municipios de Acireale, Capri, Ischia, Siracusa y Sorrento) y luego en la Argentina.
“Italianos en el Puerto de Mar del Plata“se basa en la vida de quienes tuvieron que dejar su patria en busca de un futuro mejor y que, en su mayoría, eran oriundos de localidades del sur de Italia - de las regiones de Campania y Sicilia-.
El libro fue declarado de interés Parlamentario por las Cámaras de Diputados de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, como así también de interés Cultural y Turístico por el Municipio de Gral. Pueyrredón. Fruto de un trabajo duro y sistemático, ha brindado a su autor muchas satisfacciones y distinciones dentro y fuera del país.
Autor: Roberto Pennisi Mar del Plata. Editorial Atlántida, 2006. ISBN: 9789872272906 // 9872272905 Editado en tres idiomas: español, italiano e inglés
Con el firme propósito de brindar un homenaje a la pesca marplatense y sus pioneros, la fachada de la fábrica emplazada en Hernandarias 3275 se llenó de imágenes y colores en el mes de octubre de 2014.
Se realizó un Encuentro de Murales destinado a la participación de alumnos y docentes de Escuelas Secundarias Municipales, asistidos por la artista plástica Emilia Leo. El evento llevó el nombre de “Juan Mattera” en homenaje a un gran trabajador, empresario e industrial fallecido en diciembre del 2013.
No solamente se trata de embellecer un sector fabril sino dejar un mensaje positivo a todos aquellos que transitan por esa zona; enalteciendo la ética, el trabajo, la responsabilidad y el reconocimiento a quienes tanto han hecho por la industria pesquera.
A través de los muros de la empresa hemos contado parte de la historia de estos más de cien años de Pesca e Industria de nuestra ciudad, narrando en imágenes desde qué regiones del mundo emigraron los incansables trabajadores que son protagonistas de esta iniciativa.
CONSERVAS PENNISI
RECONOCIMIENTO AL PERSONAL
Cuando nuestro personal se jubila consideramos que es una excelente ocasión para hacer un balance y un repaso de lo que representa el trabajo de las personas con quienes hemos compartido su vida y desarrollo laboral.
Nos inspira el origen latino de la palabra jubilare, que significa expresarse con alegría, con júbilo. Y hay que celebrarlo. Por eso, anualmente hacemos una pausa en nuestras tareas, nos reunimos en el comedor del establecimiento y agasajamos a quienes se retiran y cierran un ciclo importante para dar comienzo a una etapa diferente y con nuevos proyectos personales. Durante el acto, renovamos el compromiso de seguir adelante con las mismas convicciones que nos destacan, con empuje y optimismo.
Acompañados por los familiares, se hace entrega de obsequios simbólicos a los homenajeados, evocando anécdotas y dejando espacio a las emociones que juegan un rol preponderante en estos acontecimientos. No faltan la nostalgia, los agradecimientos, las risas y las lágrimas.
En una oportunidad -hace más de quince años- se entregó a una empleada pronta a jubilarse, un pergamino labrado en cuero que realizara el poeta Eduardo Viglietti. Este polifacético paisano, oriundo de General Pirán, ha desarrollado múltiples actividades en su vida. Uno de esos oficios fue el de pescador de barcos de altura con asiento en Mar del Plata y, por tal razón, se interesó vivamente en el destino que tenía el fruto de su trabajo en nuestra empresa.
De allí nació una especial amistad basada fundamentalmente en la admiración que genera su persona. Un ser con una riqueza espiritual inconmensurable, un hombre cálido y emotivo. Conocedor de su tierra, de su gente. Como corolario y testimonio de ello, nos dedicó un poema que refleja e interpreta fielmente lo que significa el trabajo para nosotros. Esta producción literaria nos acompaña día a día en la puerta de ingreso de la fábrica de conservas de anchoas y podemos disfrutarla cada vez que ingresamos a trabajar.
Es para nosotros un gusto compartir con quienes visitan este sitio web las fotos de la adjudicación de los premios y el poema que nos regaló el paisano Viglietti.