Es, en la gama de conservas de pescados, una de las variantes más arraigadas en el gusto popular.
Elaboradas en aceite o en salsa de tomates, su singular sabor no puede ser comparado con el de ningún otro pescado y acompañado de tomate, cebolla y otros ingredientes, constituyen un “clásico” en los aperitivos.

Su utilización en la preparación de sandwiches –hábito muy frecuente en los Estados Unidos de Norteamérica y Europa– es una alternativa a tener en cuenta como un aporte de proteínas de alta calidad, además de otras propiedades funcionales muy saludables.

CONSERVAS DE SARDINAS

EN ACEITE